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G4
Alvarez Martina
Spadari Agostina
Lucero Amparo
Rughelli Lucas
LLL
PUERTO COMO PUNTO DE PARTIDA
La imagen representa la llegada de una embarcación al Puerto del Callao, principal enclave marítimo del Virreinato del Perú durante el siglo XVIII. Lo que se representa aquí, es un acto profundamente cargado de significado político y simbólico; el arribo del virrey, cuyo desembarco marcaba el inicio formal de su ejercicio del poder en estas tierras. Tal como lo indica el estudio sobre rituales de poder en el contexto colonial, “Usar El Callao como punto de entrada al virreinato del Perú recortaba una parte importante del ritual más amplio que era la peregrinación del virrey por sus nuevos dominios”. Esto evidencia cómo el puerto, más allá de su rol logístico, se integraba al dispositivo simbólico de representación de la autoridad. El Virreinato del Perú, con sede en la ciudad de Lima, concentraba el poder político, religioso, administrativo y militar de una gran parte del continente. La imagen muestra un intenso movimiento costero. Muelles, almacenes, aduanas, barracas y soldados, que revelan la sólida infraestructura del Callao en el siglo XVIII. Como lo señala el texto Puerto del Callao, bastión de las expediciones a los mares australes, “por su ubicación, la bahía del Callao constituyó desde los tiempos más remotos un lugar de excelentes condiciones de abrigo, fondo y amplitud para toda embarcación que a ella llegue” (p. 63). Estas cualidades hicieron del Callao un punto clave para la llegada de flotas, mercancías y funcionarios, convirtiéndolo en la puerta de entrada privilegiada del poder imperial al virreinato. En este contexto, el Callao no debe entenderse únicamente como un puerto comercial o defensivo, sino como un dispositivo integral de poder del Virreinato del Perú. Así, esta imagen nos ofrece una ventana al funcionamiento del Virreinato del Perú como unidad política organizada, centralizada y jerárquica. En ella, el Callao aparece como su punto de inicio, el escenario donde la autoridad se hace cuerpo, el comercio se convierte en control, y el poder se ritualiza antes de proyectarse hacia el extenso territorio que Lima gobernaba en nombre del rey.
